Si, una vez asumido que opositar no es sólo una plaza, sino que el camino que lleva a ella te va a cambiar la vida, has decidido que quieres intentarlo, hay dos cosas que debes averiguar antes de dar los primeros pasos: asegurarte de que trabajar en un museo es de verdad lo que quieres, y saber qué es lo que hay que hacer exactamente para lograrlo. Ambas parecen una obviedad, pero a veces lo más básico es lo que pasamos por alto. En cuanto a lo primero, una de nuestras compañeras opositoras nos ha recordado que es muy frecuente encontrar arqueólogos, historiadores, o diseñadores, por ejemplo, que deciden opositar a museos porque no encuentran una salida mejor para su profesión. Hemos de recordar que hay museos cuyas colecciones no son histórico-artísticas, sino de otras disciplinas, por lo que la multidisciplinaridad es una constante en el trabajo museológico. De hecho, como los Cuerpos y Escalas de profesionales de Museos en España no están asignados a ninguna formación específica, cualquiera con un título universitario superior puede presentarse. De modo que es posible que compartas oficio con arquitectos, abogados, o incluso médicos. En nuestra opinión, esto es un error, puesto que deberían señalarse las carreras que pueden acceder a este trabajo, reservándolas a los profesionales correspondientes, como sí sucede en otras oposiciones, pero eso ya es otra cuestión. Lo cual nos lleva a señalar también que, si eres profesional de la Historia del Arte, tengas en cuenta que vas a tener que estudiar, y posiblemente trabajar, temas que no son de Historia del Arte. Dicho rápidamente, es probable que acabes trabajando en un museo arqueológico, militar, científico-técnico, o incluso directamente en el Ministerio de Cultura y Deporte, coordinando tareas de los distintos Museos y de los organismos que se encargan de la gestión y protección del patrimonio. Con esto no queremos desmotivar a nadie, sino poner de manifiesto una realidad existente que, si no conoces, puede llevarte a abandonar a mitad de camino. Por eso, más vale que tengas claro que quieres formar parte de los Museos Estatales. Para estar más informado, acerca de las posibilidades generales que ofrece esta oposición en relación a esto, os recomendamos echar un vistazo al resumen que encontrarás aquí. Y en cuanto a lo segundo, conocer los requisitos que se exigen para acceder a la plaza, lo mejor es, como nos aconsejaba otra compañera, leer con lupa el Boletín Oficial del Estado. Parece otra perogrullada, pero por experiencia sabemos que el lenguaje administrativo se hace cuesta arriba, y que es fácil saltarse puntos, que luego nos pillan por sorpresa cuando ya no hay tiempo para reaccionar. En el BOE encontrarás toda la información específica que precisarás para conocer al detalle los entresijos oficiales de la convocatoria. Porque, lo que venga en el BOE es, en principio, lo que va a pasar. Todo lo que esté allí escrito te afectará, y es inflexible. Allí no se tienen en cuenta circunstancias personales, y las normas son iguales para todos. Somos conscientes de que en la actualidad todo se ha parado, y que los plazos se han trastocado, pero, ¿dónde se reflejan esos cambios? En un BOE. De modo que te aconsejamos que leas atentamente las convocatorias, para hacerte una idea de lo que se te va a pedir que hagas si quieres trabajar en un museo del Ministerio de Cultura. Es importante atender al número de plazas (bastante elevado, en comparación con las que se ofrecían en décadas anteriores), y al lapso de tiempo total que abarca cada convocatoria. Has de tener en cuenta también que las anteriores convocatorias se retrasaron debido a la pandemia. Y que, dada la crisis sanitaria y económica a la que nos enfrentamos, las convocatorias de 2018 y 2019 acumularán aún más retraso del habitual. En cualquier caso, el proceso de exámenes y el temario puede variar, pero lo normal es que siga un patrón similar. Así, viendo cómo son los exámenes de años anteriores, podrás ver qué es lo que se pide, los criterios de evaluación, las materias que vas a tener que estudiar, y las habilidades que vas a necesitar. En próximos capítulos de la serie abordaremos de forma general el proceso de cada una de las variedades (Conservadores, Ayudantes, y Auxiliares), pero de momento te recomendamos que explores todas, para ver cuál te convence más. Es importante que te plantees si serás capaz de desarrollar cada tipo de prueba, o si vas a necesitar ayuda específica para mejorar técnicas como la redacción y la ortografía, la dicción, y, cómo no, la traducción y comprensión lectora de idiomas, entre otras. También has de sopesar los plazos, la duración de los exámenes, y saber que, al final, la lucha diaria no es sólo el estudio y la preparación, también la incertidumbre de esperar que salgan publicadas las fechas de examen, de lectura pública y de notas. Y eso, al menos en tres ocasiones, o más, si te presentas a más de una escala. Sólo sabiendo qué es lo que vas a tener que demostrar ante un Tribunal, que, por otra parte, es soberano, podrás preguntarte si vas a poder hacerlo, ya sea por ti mismo o con ayuda, y cuánto tiempo crees que necesitarás para lograrlo. Porque la suerte existe, pero lo más seguro y satisfactorio es que te apoyes en tu propio esfuerzo y perseverancia.
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AutorTeresa Viada Gálvez, Licenciada en Historia del Arte por la École du Louvre, y Graduada en Historia por la Universidad Complutense. Con experiencia profesional en diferentes museos e instituciones culturales, conoce de primera mano los procesos selectivos para los Museos Estatales españoles. Archives
October 2022
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