Yanirarte responde a dos realidades: el nombre de una persona, y su pasión por el arte. Se podría decir que ambas conforman la verdadera esencia de esta madrileña de 22 años, graduada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Es una verdadera defensora del arte y de la cultura, y además, una chica encantadora, que con su sonrisa perenne presenta esta disciplina de la mejor manera que puede hacerse. Como tantos otros jóvenes profesionales de la Historia del Arte, Yanira busca su hueco en el mundo laboral y, a la par que amplía sus estudios con el Máster Interuniversitario El Patrimonio Cultural en el siglo XXI: Gestión e Investigación, tiene un empleo de atención al público en una de las instituciones museísticas más importantes del país. Pero como Yanira es una mujer inquieta, y necesita contagiar su enamoramiento por el arte, creó un proyecto de difusión cultural, Yanirarte. Ella misma nos cuenta que la idea surgió en 2016, cuando se dio cuenta de que en las redes sociales había perfiles dedicados a la moda, la salud, la belleza o el deporte... pero que faltaba alguien que hablara de arte, y que lo hiciera de modo ameno y persona, hablando desde su propia experiencia. De modo que decidió ponerse delante de la cámara, y crear un canal de youtube, que, finalmente acabó uniéndose a un perfil en Instagram, donde cuenta no sólo curiosidades y datos de obras de arte, sino las historias humanas, pasiones, miedos y ambiciones que hay detrás de toda creación artística. Viendo sus historias, el espectador se da cuenta de lo que es vivir el arte en primera persona. Tanto, que confiesa que Durero es su amor platónico, y que es visita obligada en el Prado, con guiño incluido. O un beso lanzado al aire, si se tercia. Y lo hace en un lenguaje directo, personal, y moderno, alejada del "modelo Wikipedia", que es capaz de atraer y divertir tanto a aficionados y conocedores como a quienes se interesan y se acercan por primera vez a este mundo. Y es que los seguidores de Yanirarte son de todo tipo y condición, especialmente a partir de que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza compartiera uno de sus posts, lo que hizo que su trabajo fuera conocido por un público más amplio, con perfiles profesionales que van desde el mundo del Derecho hasta el ámbito de las Relaciones Internacionales, entre otros. Y, además de relacionarse con los perfiles públicos de las instituciones museísticas, Yanirarte ha sido capaz también de vincular a las personas con la Historia del Arte a través de los viajes. Esta chica no desaprovecha una oportunidad para salir de Madrid y descubrir a sus seguidores las maravillas de los sitios a los que viaja, desde Santander hasta Venecia, con la emoción de quien descubre tesoros allá donde va. Otro de los temas que llenan su perfil en redes sociales es el desarrollo y las pequeñas cosas de la vida interna de un museo, con una doble función. Por un lado, descubre los entresijos del trabajo museístico, difundiendo la labor de sus profesionales, dando visibilidad a este mundillo, y desmitificando ciertos prejuicios relacionados con el "glamour y la intelectualidad elitista" que algunos adjudican a los museos. Y por otro, en ocasiones desvela los obstáculos de los profesionales de la cultura, especialmente en lo relativo a la atención al público, haciendo hincapié en la necesidad de la amabilidad y el respeto como valores fundamentales no sólo en las instituciones culturales, sino en la vida de toda persona. Uno de los mayores encantos de este proyecto es, a nuestro entender, que logra mostrar el atractivo de la Historia del Arte precisamente a través de la experiencia personal, de la incidencia del arte y la belleza en sus múltiples formas en la vida de todos. Se vuelca en la difusión del arte y la cultura, instando a su público a participar activamente, a formar parte de ello, como en la pugna entre Bernini y Borromini, por ejemplo (en la que ella se decanta por el team Borromini, sin duda alguna). ¿Y, como recompensa? Ella nos lo cuenta: "veo cómo se emocionan, y a mí me emociona eso. Es muy guay". Y esto nos lo dice una persona que, en un principio, iba a ser médico forense. Como en otros muchos casos, el papel decisivo en el cambio de rumbo se repartió entre la familia y el profesorado del instituto. Los primeros no sólo no pusieron impedimentos a su decisión de dedicarse a la Historia del Arte, ni la impulsaron a estudiar una carrera de las que se supone que tienen más salidas laborales, sino que desde pequeña la animaron a interesarse por la cultura, con participación en talleres de museos. Y de hecho, Yanira relata que lo que aprendió en ellos le impactó tanto que lo recuerda como si fuera ayer. Y en cuanto a su profesora de Historia de España en Bachillerato, logró transmitir su pasión por los "cotilleos" históricos de tal forma, que ella misma nos cuenta que el "salseo" es lo que más le gusta de la Historia del Arte. Su trabajo ideal sería viajar por el mundo visitando museos y exposiciones, para luego difundirlas y divulgar su contenido. Una influencer de la historia del arte. Para ella, dar a conocer el patrimonio es esencial para que la sociedad lo aprecie, y también para hacer visibles las múltiples profesiones relacionadas con la gestión y la dimensión social del mismo. En relación al panorama laboral que tienen ante sí los historiadores del arte, Yanira cree que uno de los principales obstáculos está en la falta de oportunidades que se ofrece a los jóvenes para adquirir la experiencia que se requiere para obtener un puesto de trabajo. En solución a ello, propone que los programas de voluntariado de los museos e instituciones culturales se extiendan a los estudiantes, y no sólo a los jubilados, como de hecho ocurre en muchos casos. Y también es de la opinión que no debería restringirse tanto el acceso de los historiadores del arte a los empleos relacionados con el turismo, especialmente en su vertiente de comunicación patrimonial. Yanira lo tiene claro. "El arte es el amor de mi vida. No me arrepiento". Y eso, en un contexto de poco empleo para historiadores del arte. Pero afirma que el arte te cambia como persona, te desafía a desprenderte de tus propios prejuicios, te impulsa a conocer las profundidades de la naturaleza humana, a no dejar nunca de descubrir cosas nuevas, a enriquecerte continuamente, y a valorar cosas como el esfuerzo, la perseverancia, y el conocimiento por encima del bienestar económico. Pertenece a una joven generación de historiadores del arte que, si bien no lo tiene fácil, está dispuesta a luchar por ganarse el respeto de la sociedad, y para ello, crea sus propias oportunidades y proyectos. Yanirarte es un ejemplo de que el futuro de la Historia del Arte no sólo existe, sino que estará lleno de profesionales apasionados, preparados, y con ganas de compartir con el mundo lo que a ellos les hace felices
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AutorTeresa Viada Gálvez, Licenciada en Historia del Arte por la École du Louvre, y Graduada en Historia por la Universidad Complutense. Con experiencia profesional en diferentes museos e instituciones culturales, conoce de primera mano los procesos selectivos para los Museos Estatales españoles. Archives
October 2022
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