Estimados Melchor, Gaspar y Baltasar, Un año más, el equipo de Winckelmann & Asociados ha recogido los buenos deseos de los profesionales de la Historia del Arte, para ver si podéis echarnos una mano... ¡Y menudo año! Una montaña rusa a todos los niveles, y aunque ha habido momentos de ir hacia abajo, también ha habido instantes en los que hemos ido emocionados hacia arriba. Para nosotros y nuestros compañeros, nunca ha sido fácil, ya lo sabíamos. Sin embargo, en estos últimos tiempos hemos alcanzado mayor visibilidad como colectivo profesional, gracias al trabajo de tantas personas que han logrado hacerse presentes en distintos medios, a base de creatividad, formación, esfuerzo y talento. Han sido los mejores embajadores de nuestra profesión ante una sociedad que no siempre tiene en cuenta todo lo que hacemos por su crecimiento. Si tenéis oportunidad de dejarles un regalín extra para transmitirles nuestro reconocimiento, sería estupendo. A pesar de estos avances, como sabéis, aún queda mucho camino por andar. Así que, si nos lo permitís, querríamos mencionar las peticiones más destacadas que nuestros compañeros nos han encomendado transmitiros, para ver si podéis hacer un poco de magia, y algo de lo que le lleváis al Niño al portal de Belén cae por aquí... No queremos haceros perder nada de vuestro valioso tiempo, de modo que iremos al grano. En la mayoría de los mensajes que nos han enviado nuestros colegas de profesión subyace un deseo común: un empleo que nos permita poner en juego todo lo aprendido a lo largo de tantos años de estudio y aprendizaje, y al mismo tiempo poder gozar de un mínimo de estabilidad. Éste es el regalo que pide Rosa, pero también Laura, María o Araceli, por mencionar sólo algunos nombres. Y es que, tristemente, todavía hay muchos profesionales del arte y la cultura que tienen que renunciar a alguno de estos aspectos. Vocaciones frustradas por la necesidad de mantenerse a sí mismos y a sus familias; o bien, una tarea realizada a costa de mucho sacrificio, casi a cambio de nada y con muy poca esperanza de que se trate de algo definitivo. En relación a este tema, Vitruvio Arte está deseando que termine la práctica de la subcontratación por parte de las instituciones culturales, así como los free tours. Somos conscientes de que se trata de una madeja muy difícil de desenredar, pero la verdad es que este tipo de actuaciones sólo genera empleo precario y explotación, además de que no siempre se trata de tareas relacionadas con nuestro perfil profesional. Además, una cosa es el voluntariado movido por el deseo de ayudar a los demás, y otra, el trabajo gratis. Al fin y al cabo, el obrero merece su salario, ¿no es así? Desconocidos del Arte también se suma a esta petición, puesto que desearía que tuviéramos trabajos justos, con un salario adecuado, y, sobre todo, un mayor reconocimiento a nuestra disciplina. Y es que estamos convencidos de que gran parte de los obstáculos que encontramos para desarrollar nuestra carrera se harían más pequeños si la sociedad supiera por qué somos importantes para el desarrollo y el bien común, a todos los niveles. Así piensa también Leire, que al nuevo año le pide que la cultura tenga la importancia que merece. De ese modo, si el mundo fuera consciente de que estamos ahí para realizar una labor beneficiosa para todos, las empresas conocerían de verdad lo que podemos hacer, y llegarían a la conclusión de que necesitan contar con nosotros, como dice Una Caja de Sorpresas. Sin embargo, sabemos que no todo depende del sector privado, majestades. Por eso no podemos dejar de mencionar algunos de los deseos que demandan mayor inversión pública, o la petición de Profehartista, que os pediría más plazas de Historia del Arte en las escuelas de arte. Como veis, en todos los ámbitos a los que podemos acceder hay algunos problemillas que resolver... Y, mirando hacia las generaciones futuras, Covadonga tiene también una importante petición que haceros, a ver si podéis hacer algo: que los padres no pusieran pegas ni impidieran que sus hijos estudien Historia del Arte, superando así el ya rancio prejuicio de que "eso no tiene salidas". Otra de las peticiones más compartidas es la que nos hacen llegar Elena, Aránzazu, Eva, y Noelia, que esperan que este año sea el que obtengan plaza en la oposición que se están esforzando por aprobar. Os pedimos de su parte que premiéis la constancia de todos aquellos que opositan a museos, que ya sabéis que es un camino largo y nada fácil. Sabemos que os damos mucho trabajo... Pero bueno, ya nos conocéis, y estad seguros de que pondremos todo de nuestra parte para que estos deseos se cumplan. Además, viendo que el año pasado nos ayudasteis en muchos aspectos, este año nos hemos animado a seguir buscando vuestro apoyo. Prometemos que, desde Winckelmann & Asociados, junto con tantos profesionales de la Historia del Arte, haremos todo lo que esté en nuestra mano para que el mundo sea un poco más humano, a pesar de las dificultades, que es, al fin y al cabo, el corazón de nuestro oficio y vocación. Nos despedimos, hasta el año que viene, en el que ojalá tengamos tanto que agradecer. Un caluroso abrazo, Winckelmann & Asociados, y los profesionales de la Historia del Arte.
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Como seguro sabéis, no ha sido un año fácil para nadie. Pero, fieles a nuestra incansable tenacidad, los profesionales de la Historia del Arte hemos dado lo mejor de nosotros en este tiempo de incertidumbre, dolor y desasosiego. Con nuestro trabajo, hemos intentado, con más ilusión que nunca, que el arte sirviera de consuelo y vía de comunicación entre personas.
Muchos de nuestros compañeros han tenido que hacer borrón y cuenta nueva en sus planes profesionales, recomenzando de nuevo. Otros se enfrentan todavía a una puerta cerrada, esperando la ventana que se abra en su lugar. Algunos se han lanzado a la piscina con nuevos proyectos e ilusiones. Y todos, nos hemos adaptado a las circunstancias que se nos ofrecían, buscando nuevos medios de hacer llegar a la sociedad las maravillas que atesora nuestro patrimonio cultural. Hemos aprovechado este tiempo de forzosa espera para seguir formándonos, y profundizar en los conocimientos de nuestra disciplina y oficio, para poder seguir a la altura de lo que se espera de nosotros. De modo, que, como veis, necesitamos un poco de ayuda. Si podéis, de la que vais a Belén a adorar al Niño Jesús y le ofrecéis vuestros regalos, acordaos también de los profesionales de la Historia del Arte. Como el año pasado, hemos preguntado a nuestros colegas y compañeros, y escribimos en su nombre, comunicándoos sus deseos para el año que comienza. Con vuestro permiso, pasamos ahora a enumerarlas brevemente. Comenzamos por el deseo de Almudena, de Desconocidos del Arte, que pide que los jóvenes profesionales "que se inclinan por esta disciplina tan bonita y tan abandonada por parte de muchos" puedan tener voz en esta sociedad, creando una nueva generación que seguro que dará un futuro brillante a nuestra disciplina. Es un periodo de incertidumbre laboral para los más jóvenes, y la tentación del desaliento es más fuerte que nunca... Lo que nos recuerda la petición de Maribel, que es educadora de museos, y a quien le gustaría que hubiera más oportunidades laborales, pero de verdad, justas y sin precariedad, reflejando así que somos un sector profesional con todos los derechos. Empleando sus palabras, que existimos. La Asociación de Museólogos y Museógrafos de Andalucía también nos ha encargado que os pidamos algo. Les gustaría que el patrimonio fuera verdaderamente accesible, y que lo gestionen profesionales que hayan podido formarse adecuadamente. Ellos ponen toda su ilusión y lo que está en sus manos, pero les vendría bien un empujoncito... Ah, y también suspiran por una administración pública que haga un hueco a estas cuestiones. Otros compañeros ponen sus ojos en el futuro cultural de nuestro país, y así lo reflejan sus deseos. Muchos de ellos se refieren a la posición de los museos e instituciones culturales en las políticas públicas de recuperación económica y social. Porque, desgraciadamente, la mayoría de la financiación pública se destina a los sectores del cine y la danza, lo cual está muy bien, desde luego, pero algunos de nosotros, como Una Caja de Sorpresas, querríamos que el reparto fuera más equitativo. Finalmente, Yaiza desea que los estudiantes sigan teniendo un lugar en plataformas como la nuestra, y también que quienes no se han interesado nunca por el arte descubran lo mucho que significa para la vida de todos, y todo lo que puede aportar a la sociedad. Lo cual recoge, a nuestro modo de ver, la aspiración de la mayoría de los profesionales de la Historia del Arte: compartir la belleza, el consuelo y el crecimiento interior que lleva consigo el patrimonio histórico y cultural. Para eso estamos aquí, para tratar de hacer el mundo un poquito mejor para todos, a través de nuestro trabajo. Sólo pedimos que nos dejen realizarlo de una manera digna, y que se valore justamente nuestra labor. Y si vosotros, queridos Reyes Magos, podéis hacer algo para ayudarnos a superar los obstáculos a los que se enfrenta nuestro gremio, nosotros prometemos seguir esforzándonos por aportar lo mejor de nuestra disciplina, con nuestro buen hacer, cuidando y difundiendo nuestra herencia común. Así, procuraremos traer un poco de magia a este mundo a veces tan serio y preocupado por cifras y estadísticas, pero tan necesitado de contemplación y sencilla humanidad. Gracias de corazón, y hasta el año que viene, Winckelmann & Asociados, y todos los amantes de la Historia del Arte. Somos Winckelmann & Asociados, y nos tomamos la libertad de escribiros en nombre de los profesionales de la Historia del Arte, que andamos un poco necesitados de vuestra ayuda para poder trabajar como Dios manda. Creemos que, en general, nos hemos portado bastante bien. Hemos luchado por obtener un lugar en este mundo que no siempre sabe apreciar la belleza y los muchos valores que nosotros encontramos en la Historia del Arte. A veces pensamos que tanta prisa por tener más dificulta un poco nuestra labor. Por eso os mostramos aquí algunas de nuestras aspiraciones de manera colectiva, que hemos recogido a través de nuestro perfil en redes sociales. Pueden parecer sueños imposibles, pero vosotros sois magos, además de sabios, y la ilusión y el conocimiento también forman parte de nuestra profesión. Y, también, nos gustaría que tuviérais en cuenta que, a lo largo del año, hemos hecho de todo para lograr alcanzar nuestras metas: muchos de nosotros acaban de terminar su formación universitaria, después de años de esfuerzo. Otros seguimos estudiando para poder lograr una plaza en un museo, en una larga carrera de fondo. Hay algunos que continúan especializándose en las diversas ramas de nuestra profesión, en cursos y títulos de lo más variopinto. Hemos continuado investigando, descubriendo, escribiendo y hablando sobre arte, que es lo que más nos apasiona del mundo. Y, sobre todo, hemos estado buscando nuestra forma de compartirlo con el mundo, con los más cercanos y con los que viven al otro lado del planeta. Cada uno de nosotros sigue su camino, paso a paso, sin desfallecer. Pero necesitamos, como os hemos dicho, que nos echéis un cable, por así decirlo. Nosotros ponemos lo que está en nuestras manos, pero hay cosas que se nos escapan. Os contamos algunas de ellas a continuación. En primer lugar, la unidad de todos los que formamos el gremio de los Historiadores del Arte, que, como dice flor.braca, es algo necesario para poder "mostrar a todas las personas las maravillas del arte". Somos muchos, más de los que creemos, y si nos unimos para cumplir objetivos comunes, cada uno desde su sitio, lograremos facilitar el camino y que por fin la sociedad se dé cuenta de todo lo que podemos aportar. Esto va muy unido a la petición de chaberg14, que quiere que se nos tenga más en cuenta en el mercado laboral, ya que hay pocas ofertas de empleo para nosotros, y las que hay no son adecuadas a nuestra formación ni a las funciones que estamos capacitados para realizar. Sólo pedimos trabajar en aquello para lo que hemos estudiado, sin tener que aceptar malas condiciones sólo porque es lo único que se nos ofrece, y que se nos conceda una oportunidad de poner en marcha nuestra vocación profesional. Y precisamente eso es lo que desea susanaalcaire, que la pasión por el arte sea un criterio con más peso que la experiencia a la hora de elegir un candidato para un puesto de trabajo. Como dice ella, es algo que se lleva dentro, y ese amor por nuestro oficio es más que suficiente para adquirir luego las destrezas necesarias en la labor concreta a realizar. Por el contrario, si uno hace algo que no le gusta, es más difícil que lo haga bien... nosotros tenemos entusiasmo de sobra, sólo necesitamos que nos den una oportunidad para demostrarlo. Por su parte, a cajasorpresasarte le gustaría que la sociedad supiera que valemos para mucho más que para dar clase de aquello que hemos estudiado. Y es verdad que existe el prejuicio generalizado de que la Historia del Arte no tiene aplicación práctica, más allá de comunicar el relato histórico de la evolución de los estilos. Y no es verdad. Podemos hacer mucho más, y sí hay un lugar profesional para nosotros, sólo que el mundo aún no lo sabe. En esto juegan también un papel importante las instituciones y las administraciones, como nos ha recordado cuadrosexpo, que querría que los políticos fueran más humanistas, y que decidieran fomentar el arte con menos impuestos y más formación en las escuelas. Y es verdad que, por mucho que cada uno de nosotros pueda hacer por separado, o a través de asociaciones y colegios, es necesario que las estructuras sociales nos ofrezcan un apoyo, una base sobre la que poder desarrollar nuestro trabajo. Por ello, nos gustaría que la educación humanística y cultural fuera una de las demandas sociales, y que se facilitaran estos estudios, a todos los niveles. Será la única forma de apreciarlo, puesto que nadie ama lo que no conoce. Y, finalmente, a nosotros, Winckelmann & Asociados, querríamos pediros que nuestro proyecto sea capaz de ayudar a todos los profesionales de la Historia del Arte, haciéndoles saber que la unión hace la fuerza, que cada uno tiene un papel que desempeñar en esta gran misión de dar visibilidad a nuestra profesión, y que ayudándonos unos a otros facilitamos nuestro propio camino. Sabemos que a lo mejor no podéis cumplir nuestros deseos exactamente como imaginamos, pero contamos con que lo contéis por allí arriba, y que todos los mecanismos mágicos que hacen rodar la máquina que produce lo que aquí llamamos suerte, oportunidad, providencia, inspiración, voluntad y éxito se pongan en marcha. Suponemos que esto llevará algo de tiempo, pero somos gente paciente... aunque tampoco os durmáis en los laureles, por favor. Por nuestra parte, prometemos seguir luchando para que el mundo sepa lo que podemos aportar, a pesar de los obstáculos y el ocasional desánimo, manteniendo siempre encendida una lucecita de esperanza y de ilusión, y cómo no, de amor por lo que hacemos. |
AutorTeresa Viada Gálvez, Licenciada en Historia del Arte por la École du Louvre, y Graduada en Historia por la Universidad Complutense. Con experiencia profesional en diferentes museos e instituciones culturales, conoce de primera mano los procesos selectivos para los Museos Estatales españoles. Archives
October 2022
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