- Y tú, a qué te dedicas? - Trabajo en un museo. - Ah, ¿eres guía? He aquí el desarrollo habitual de una conversación de este tipo. Y es que el desconocimiento general acerca de las profesiones del museo es sorprendente. Parece que a nadie se le ocurre pensar que las colecciones museográficas estén ahí para otra cosa que no sea que alguien las explique. Y, a poco que uno se pare a reflexionar, se dará cuenta de que el antes, el durante y el después de que un cuadro cuelgue en la pared, o de que una pieza arqueológica se muestre en la vitrina, llevan consigo una cantidad considerable de tareas, y por ende, de profesionales con distintas funciones y perfil. Y, con motivo del Día Internacional de los Trabajadores de Museos, celebrado el 24 de octubre, y que este año se centra en el Patrimonio Sostenible, en Winckelmann & Asociados queremos dedicar unos momentos a conocer cuál es la situación de estos profesionales, para localizar los principales obstáculos a los que se enfrentan, y para contribuir a dar visibilidad a su tarea. Porque, como señalábamos al inicio, existe no sólo ignorancia, sino también desinterés y prejuicios acerca de las profesiones del museo. Algunos confunden a los conservadores con los restauradores, otros a los guías con los comisarios... y otros piensan que el profesional de museos es una especie de Indiana Jones, o un ratón de biblioteca. Para arrojar algo de luz y hacer visible la verdadera imagen de un profesional de museos, citaremos someramente los diferentes perfiles generales que abarca el trabajo en estas instituciones, independientemente del modo en que estén vinculados a ellas, a grandes rasgos:
Esperemos no habernos dejado ninguno en el tintero, aunque con el cambio que está experimentando el ámbito de la gestión e interpretación cultural, es más que posible que surjan nuevas funciones, y personal especializado para cubrirlas. Por otro lado, la organización de los museos en España es un tema complejo, por su sistema de régimen jurídico y competencias, creando muchas diferencias en cuanto a tipos de gestión y recursos de los que gozan los museos. Por eso, no podemos detenernos a especificar el sistema de puestos y tareas de cada una de las tipologías, sino que los abordaremos en base a un esquema genérico e ideal. Hemos de tener en cuenta que, en España, el 70,8% de los museos son de titularidad pública (según la última edición de la Estadística de Museos y Colecciones Museográficas), por lo que el modo de acceder a un empleo museístico en nuestro país será, en muchos casos, a través de un proceso de oposición o similar, cuyas ventajas e inconvenientes trataremos en futuras ocasiones. España tiene 1054 instituciones museográficas censadas, en las que trabajan 14.726 personas, una media de 9.8 por institución museística, según la encuesta citada. Para completar la información institucional y pública sobre la cuestión, el MECD publicó en 2012 el Informe Los profesionales de los Museos. Un estudio sobre el sector en España, cuyo objetivo es conocer los principales parámetros laborales y formativos de las personas que trabajan en los museos españoles. Si bien es cierto que han transcurrido algunos años desde su confección, es, a día de hoy, la única información oficial a la que podemos acceder, de modo que nos basaremos en ella. Se entienden por 'profesionales de museos' aquellas personas con categoría de director, técnico superior, técnico y auxiliar de museos que desarrollan funciones de conservación, restauración, documentación, educación, marketing y comunicación, gestión y administración. Se ha incluido tanto a personas en activo que desarrollan su trabajo en un museo o en cualquiera de las áreas de museos y patrimonio de los diferentes niveles de la Administración Pública, como a profesionales actualmente en situación de desempleo pero con una trayectoria previa dentro del sector. La encuesta se envió a los profesionales de museos públicos de titularidad estatal, del IPCE, de los Museos del Ministerio de Defensa, Patrimonio Nacional, y de las CCAA. También a los asociados a entidades profesionales, y también participaron otros profesionales a través de las redes sociales. Entre los principales resultados que arrojó este estudio, mencionaremos aspectos como la antigüedad en el puesto, cuya media es de 15 años, y 3 de cada 4 se han incorporado al sector en los últimos 22 años. En cuanto al destino, el 91% trabaja en museos de titularidad pública. Los de museos privados, trabajan sobre todo en museos de arte contemporáneo y científicos. Las CCAA de Madrid y Cataluña absorben un 49,8% de los profesionales. En Madrid, 8 de cada 10 trabajan en museos estatales, y en Cataluña, más de la mitad en museos locales. Las plantillas de 4 de cada 10 museos es inferior a 20 trabajadores (37,8%), y 2 de cada 10 con más de 100 (18,5%). Los museos artísticos de titularidad estatal tienen las mayores plantillas, y los locales las más reducidas. En lo relativo a la especialización, los profesionales realizan de media actividades en 4 áreas, un 30,5% en más de 5, habiendo más especialización en los museos mayores. Más de la mitad realiza funciones de gestión y administración (58,6%), de exposiciones (54,9%), y de programación de actividades (50,7%). Por la forma de acceso, en museos públicos, un 67,2% acceden por concurso-oposición, y un 6,6% por entrevista o selección curricular. En los públicos locales, un 25,3% por entrevista o selección curricular, por concurso público o de méritos, un 22,3%, y un 41,2% por concurso-oposición. En los privados, por entrevista o selección curricular, un 60% en los eclesiásticos, 73% en fundaciones y un 50% en el resto. En conjunto, dos tercios de los profesionales han accedido mediante oposición, concurso-oposición, o concurso público de méritos. Las remuneraciones son más altas a mayor dimensión de la plantilla. Más de la mitad tiene un salario bruto anual entre 18000 € y 36000 €. Los de fundaciones tienen los sueldos más altos, un 29% tiene un sueldo de más de 45000€. El 8,7% de los profesionales de museos tienen un sueldo bruto anual superior a los 63000€. La jornada laboral declarada por los mismos oscila entre las 34,4 y las 36,8 horas semanales. A nivel formativo, 9 de cada 10 tienen una licenciatura o grado, más de la mitad formación universitaria de tercer grado. Los más jóvenes presentan niveles formativos más elevados. Los estatales cuentan con más licenciados y doctores; en los museos locales hay más masters y posgrados. Los licenciados en Geografía e Historia son mayoría (lo cual da idea de la antigüedad y la edad). La mayoría considera su formación adecuada al puesto de trabajo que ocupa. La actualización: el 87% declara haber recibido formación específica en los últimos tres años. En los museos locales las personas deben desempeñar más funciones, la mitad han recibido formación en márketing y comunicación (49,5%), gestión cultural (48,5%), y educación/difusión (47,5%). En lo relativo a la adecuación entre categoría y funciones, a menor categoría laboral, más percepción de inadecuación. Sienten más adecuación los directores de museos y el personal de las fundaciones. Como expectativas, más del 80% no tiene expectativas de mejorar en los próximos tres años, son más optimistas los que trabajan en museos privados. Como aspectos a mejorar: las condiciones de trabajo (50,6%), la mejora de recursos (43,7%), ampliación de recursos (17,5%). Una parte importante proponen una mejora de la comunicación, reivindicando mayor reconocimiento de su papel, y procesos administrativos más ágiles. Precisamente en este aspecto social, en el del reconocimiento, es donde se están llevando a cabo más iniciativas, especialmente a nivel internacional, comenzando por la celebración del Día de los Trabajadores de Museos. Podemos citar también el Museum Advocacy Day, promovido por la American Alliance of Museums para reunir a los profesionales de museos con el fin de crear estrategias para defender sus instituciones y reclamar su papel en la sociedad. También surgen recursos en el ámbito iberoamericano como el de EVE Museos e Innovación acerca de "Museos y futuro profesional", que analiza la situación y propone aspectos de cambio o mejora. Trabajar en un museo es una de las opciones más deseadas por los historiadores del arte. En nuestro país, no es tarea fácil: por un lado, los puestos más acordes con nuestra formación sólo se obtienen tras un arduo proceso de oposición. Por otro, los museos de gestión privada no abundan, y las ofertas de trabajo de perfil más académico no están al alcance de todos. Además, existe el verdadero problema de la externalización de servicios, del que ya hemos hablado en otras ocasiones, y para el que remitimos a todo lo dicho por Elena Vozmediano en su artículo "Obra y servicio. El empleo cultural". De cualquier modo, esperemos que las instituciones públicas, las entidades privadas y las distintas asociaciones y grupos profesionales comiencen una nueva andadura, encaminada, por un lado, a mejorar las condiciones de los trabajadores de museos y a promover su valoración social, y por otro, a facilitar el acceso de jóvenes profesionales formados y capacitados, como son la mayoría de los historiadores del arte de nuestro tiempo.
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Yanirarte responde a dos realidades: el nombre de una persona, y su pasión por el arte. Se podría decir que ambas conforman la verdadera esencia de esta madrileña de 22 años, graduada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Es una verdadera defensora del arte y de la cultura, y además, una chica encantadora, que con su sonrisa perenne presenta esta disciplina de la mejor manera que puede hacerse. Como tantos otros jóvenes profesionales de la Historia del Arte, Yanira busca su hueco en el mundo laboral y, a la par que amplía sus estudios con el Máster Interuniversitario El Patrimonio Cultural en el siglo XXI: Gestión e Investigación, tiene un empleo de atención al público en una de las instituciones museísticas más importantes del país. Pero como Yanira es una mujer inquieta, y necesita contagiar su enamoramiento por el arte, creó un proyecto de difusión cultural, Yanirarte. Ella misma nos cuenta que la idea surgió en 2016, cuando se dio cuenta de que en las redes sociales había perfiles dedicados a la moda, la salud, la belleza o el deporte... pero que faltaba alguien que hablara de arte, y que lo hiciera de modo ameno y persona, hablando desde su propia experiencia. De modo que decidió ponerse delante de la cámara, y crear un canal de youtube, que, finalmente acabó uniéndose a un perfil en Instagram, donde cuenta no sólo curiosidades y datos de obras de arte, sino las historias humanas, pasiones, miedos y ambiciones que hay detrás de toda creación artística. Viendo sus historias, el espectador se da cuenta de lo que es vivir el arte en primera persona. Tanto, que confiesa que Durero es su amor platónico, y que es visita obligada en el Prado, con guiño incluido. O un beso lanzado al aire, si se tercia. Y lo hace en un lenguaje directo, personal, y moderno, alejada del "modelo Wikipedia", que es capaz de atraer y divertir tanto a aficionados y conocedores como a quienes se interesan y se acercan por primera vez a este mundo. Y es que los seguidores de Yanirarte son de todo tipo y condición, especialmente a partir de que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza compartiera uno de sus posts, lo que hizo que su trabajo fuera conocido por un público más amplio, con perfiles profesionales que van desde el mundo del Derecho hasta el ámbito de las Relaciones Internacionales, entre otros. Y, además de relacionarse con los perfiles públicos de las instituciones museísticas, Yanirarte ha sido capaz también de vincular a las personas con la Historia del Arte a través de los viajes. Esta chica no desaprovecha una oportunidad para salir de Madrid y descubrir a sus seguidores las maravillas de los sitios a los que viaja, desde Santander hasta Venecia, con la emoción de quien descubre tesoros allá donde va. Otro de los temas que llenan su perfil en redes sociales es el desarrollo y las pequeñas cosas de la vida interna de un museo, con una doble función. Por un lado, descubre los entresijos del trabajo museístico, difundiendo la labor de sus profesionales, dando visibilidad a este mundillo, y desmitificando ciertos prejuicios relacionados con el "glamour y la intelectualidad elitista" que algunos adjudican a los museos. Y por otro, en ocasiones desvela los obstáculos de los profesionales de la cultura, especialmente en lo relativo a la atención al público, haciendo hincapié en la necesidad de la amabilidad y el respeto como valores fundamentales no sólo en las instituciones culturales, sino en la vida de toda persona. Uno de los mayores encantos de este proyecto es, a nuestro entender, que logra mostrar el atractivo de la Historia del Arte precisamente a través de la experiencia personal, de la incidencia del arte y la belleza en sus múltiples formas en la vida de todos. Se vuelca en la difusión del arte y la cultura, instando a su público a participar activamente, a formar parte de ello, como en la pugna entre Bernini y Borromini, por ejemplo (en la que ella se decanta por el team Borromini, sin duda alguna). ¿Y, como recompensa? Ella nos lo cuenta: "veo cómo se emocionan, y a mí me emociona eso. Es muy guay". Y esto nos lo dice una persona que, en un principio, iba a ser médico forense. Como en otros muchos casos, el papel decisivo en el cambio de rumbo se repartió entre la familia y el profesorado del instituto. Los primeros no sólo no pusieron impedimentos a su decisión de dedicarse a la Historia del Arte, ni la impulsaron a estudiar una carrera de las que se supone que tienen más salidas laborales, sino que desde pequeña la animaron a interesarse por la cultura, con participación en talleres de museos. Y de hecho, Yanira relata que lo que aprendió en ellos le impactó tanto que lo recuerda como si fuera ayer. Y en cuanto a su profesora de Historia de España en Bachillerato, logró transmitir su pasión por los "cotilleos" históricos de tal forma, que ella misma nos cuenta que el "salseo" es lo que más le gusta de la Historia del Arte. Su trabajo ideal sería viajar por el mundo visitando museos y exposiciones, para luego difundirlas y divulgar su contenido. Una influencer de la historia del arte. Para ella, dar a conocer el patrimonio es esencial para que la sociedad lo aprecie, y también para hacer visibles las múltiples profesiones relacionadas con la gestión y la dimensión social del mismo. En relación al panorama laboral que tienen ante sí los historiadores del arte, Yanira cree que uno de los principales obstáculos está en la falta de oportunidades que se ofrece a los jóvenes para adquirir la experiencia que se requiere para obtener un puesto de trabajo. En solución a ello, propone que los programas de voluntariado de los museos e instituciones culturales se extiendan a los estudiantes, y no sólo a los jubilados, como de hecho ocurre en muchos casos. Y también es de la opinión que no debería restringirse tanto el acceso de los historiadores del arte a los empleos relacionados con el turismo, especialmente en su vertiente de comunicación patrimonial. Yanira lo tiene claro. "El arte es el amor de mi vida. No me arrepiento". Y eso, en un contexto de poco empleo para historiadores del arte. Pero afirma que el arte te cambia como persona, te desafía a desprenderte de tus propios prejuicios, te impulsa a conocer las profundidades de la naturaleza humana, a no dejar nunca de descubrir cosas nuevas, a enriquecerte continuamente, y a valorar cosas como el esfuerzo, la perseverancia, y el conocimiento por encima del bienestar económico. Pertenece a una joven generación de historiadores del arte que, si bien no lo tiene fácil, está dispuesta a luchar por ganarse el respeto de la sociedad, y para ello, crea sus propias oportunidades y proyectos. Yanirarte es un ejemplo de que el futuro de la Historia del Arte no sólo existe, sino que estará lleno de profesionales apasionados, preparados, y con ganas de compartir con el mundo lo que a ellos les hace felices |
AutorTeresa Viada Gálvez, Licenciada en Historia del Arte por la École du Louvre, y Graduada en Historia por la Universidad Complutense. Con experiencia profesional en diferentes museos e instituciones culturales, conoce de primera mano los procesos selectivos para los Museos Estatales españoles. Archives
October 2022
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